Al comenzar el año 1812 el gobierno criollo ordenó que Belgrano marchara a las costas de Rosario con su regimiento para montar allí dos baterías - que eran instalaciones de defensa costera con cañones de artillería pesada - para que les cortaran el paso por el Río Paraná a los barcos de guerra españoles.
Cuando la construcción de las baterías estaba por terminarse, Belgrano escribió al gobierno solicitando autorización para crear una bandera que distinguiese a nuestros soldados de los atacantes realistas. El 26 de febrero, volvió a escribirle al Triunvirato –que había reemplazado a la Junta en el gobierno- y sin esperar la respuesta, al día siguiente, enarboló la bandera celeste y blanca y dirigió a los soldados, milicianos y pobladores de la zona un discurso lleno de entusiasmo:
“Soldados de la Patria: Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores, y la América del Sur será el templo de la independencia y de la libertad. En fe de lo que así juráis, decid conmigo ¡Viva la Patria!”
En Rosario, en ese mismo lugar donde los soldados juraron la bandera, hoy se encuentra el Monumento Nacional a la Bandera. Podés hacér clik en la imágen para realizar una visita virtual por el monumento!